miércoles, 21 de septiembre de 2011

La Política como ciencia...


"Para el idealismo platónico, el universo objetivo era un reflejo, más o menos borroso e impreciso de las realidades ideales del Mundo Arquetípico.

Previo al mundo material habría habido una idea del mismo. Y éste mundo marchaba en su evolución, de regreso hacia sus orígenes, marchaba hacia la Idea que le había engendrado.

En lo político, Platón pensaba que ese era un problema fundamentalmente educacional. Creía que el alma de todos los hombres encierra ciertas perfecciones básicas, pero que se hallaban frecuentemente desubicadas; decía que el Alma o Yo era algo así como un ojo, al que no había que dar la facultad de ver, sino tenerlo abierto y bien orientado.

La Política afirmaba era una ciencia, y como tal debía estudiarse.

Pero dado que el mundo sensible u objetivo no es más que un reflejo del Ideal, para conocer el primero hay que conocer el último, o sea que antes de aprender la disposición de una casa dando cabezazos contra sus paredes en medio de las tinieblas, hay que requerir el plano y conocer inteligentemente lo que el ignorante y el violento hacen con tanto tiempo y dolor.

Platón dice que el estudio de la política no debe encararse con un sentimiento de egoísmo y mezquindad, sino en la búsqueda del Bien que, para serlo, debe ser Bien para todos..."



Jorge A. Livraga -Fragmentos 

¿Los hombres temen a las mujeres...?


"Los hombres han tenido miedo de las mujeres, y por ende las han dominado, inconscientemente, por razones muy similares a las que, en mi opinión, les han llevado a temer a los procesos primarios. Recuérdese que la psicología dinámica tiende a pensar que gran parte de la relación entre hombres y mujeres está determinada por el hecho de que éstas recuerdan a los hombres su propio inconsciente, es decir, su propia feminidad, suavidad, ternura y cosas semejantes. Por consiguiente, luchar contra las mujeres, tratar de controlarlas o detractarlas ha sido parte del esfuerzo por dominar esas fuerzas inconscientes que están en cada uno de nosotros

Entre un amo asustado y un esclavo resentido no es posible verdadero amor. Sólo cuando los hombres están lo bastante fuertes, seguros de sí e integrados, sólo entonces podrán tolerar y finalmente gozar con las mujeres autorrealizadoras, las mujeres plenamente humanas. Pero ningún hombre alcanza, en principio, su plenitud sin una mujer así. Por lo tanto, hombres fuertes y mujeres fuertes son la condición recíproca, ya que ninguno puede existir sin el otro. También son la causa del otro, puesto que las mujeres hacen a los hombres y los hombres a las mujeres."



Fragmentos de: LA PERSONALIDAD CREADORA

Autor: Abraham Maslow